sábado, 5 de marzo de 2011

Pintura, el punto de fuga en la composición pictórica

  En 1420 Filippo Brunelleschi, artista y arquitecto florentino del renacimiento italiano, realizó una serie de experimentos con ayuda de instrumentos ópticos para poder representar los edificios, descubrió los principios matemáticos y científicos que rigen la perspectiva. Uno de estos principios es que los objetos parecen más pequeños cuanto más lejos están. León Battista Alberti (1404-1472) en el tratado "De Pictura", hace un estudio detallado de la perspectiva cónica.

Julián Maroto. Santander, oleo / lienzo 146 x 114 cm.


  A la hora de dibujar una perspectiva, hemos de tener en cuenta el punto de vista o linea del horizonte, una linea imaginaria que siempre estará a la altura de nuestros ojos de tal manera que si nos eleváramos el punto de vista sera mas alto mientras que si nos tumbamos en el suelo estará mucho más bajo.
  Si nos situamos de cara al mar, la linea de el horizonte independientemente de la posición que adoptemos, siempre permanece a la altura de los ojos.


                          Perspectiva frontal paralela con un solo punto de fuga.

Julián Maroto. El patio interior, oleo / lienzo 200 x 200 cm








  El punto o los puntos de fuga, pues puede haber varios, se hallan siempre sobre la linea del horizonte (para las lineas paralelas al suelo) en las perspectivas frontal y oblicua y en el convergen las proyecciones de las rectas horizontales de los objetos que vamos a representar. Un ejemplo de punto de fuga es el  punto en el horizonte donde se unen  los dos rieles de una vía rectilínea de tren dispuesta sobre un terreno plano infinito.



Julián Maroto. Estación, oleo / lienzo 195 x 130 cm.

Sobre la linea del horizonte trazamos el punto de fuga, el lugar depende de aquello que queramos representar y para ello con el brazo extendido y un lapicero seguimos la dirección de las fugas (por ejemplo, en este caso de los raíles de las vías) para ver en que punto se unen, una vez determinado ese punto en el lienzo, fijamos un cordel fino (yo uso superglue) lo frotamos con un carboncillo de forma que al estirarlo y pinzar sobre el nos va a dejar marcada la linea donde va a fugar aquello que queremos representar.
                                 

Julián Maroto. C/ Alcalá,  146 x 114 cm.



Julián Maroto. Fernando y su estudio, oleo / lienzo 200 x 200 cm.



Perspectiva oblicua con dos puntos de fuga 
Julián Maroto. Gran Vía, oleo / lienzo 146 x 114 cm.


En ocasiones hay varios puntos de fuga, y pueden estar fuera del cuadro cuando la perspectiva es oblicua.



Julián Maroto.Vista desde El Circulo de Bellas Artes, oleo / lienzo 116 x 89 cm.


  Además, de la perspectiva cónica frontal, también  hay que considerar la perspectiva a vista de pájaro, se hace evidente cuando nuestro punto de vista esta muy elevado o a la inversa cuando nuestra posición en el espacio esta por debajo de los objetos que queremos representar.



En ambos casos este punto de fuga estará muy lejos de la linea del horizonte.






jueves, 3 de marzo de 2011

Stasov y "Los cinco". Compositores rusos retratados por Ilya Repin

  A partir de la década de 1870, el respetado y temido critico Vladimir Stasov apoya ardientemente a los pintores realistas conocidos como Peredvizhniki (itinerantes) y en especial a Ilya Repin (1844-1930).
  En 1847, Stasov había publicado una monografía sobre el compositor Mijaíl Glinka alabando el uso de elementos populares rusos en su obra, después de oír la "Sinfonía de Navidad" de Peter Ilyich Tchaikovsky la calificó de poco rusa elogiando como verdadero eslavo a Nikolai Rimsky-Korsakov.

 
Ilya Repin retrato del critico Vladimir Stasov (1824-1906).


   Tiempo después, Stasov incitó a Tchaikovsky a escribir una obra basada en Shakespeare "La tempestad" años más adelante, elaboro un programa, "inititally de Hector Berlioz" donde Tchaikovsky presento la Sinfonía de Manfred , Entre esos dos trabajos, Stasov le sugirió escribir una ópera "Alfred de Vigny" basada en un romance histórico. Stasov calificó el finale como poco ruso y su veredicto sobre el trabajo de Tchaikovsky fue muy negativo:
"El conservatorio, el academicismo, el eclecticismo y el esceso de elementos musicales es perjudicial y destructivo en él. De su obra total, solo algunos trabajos Romeo y Julieta, La tempestad, Da Rimini de Francesca, y los cuartetos 2 y 3 de la secuencia son originales, el resto es mediocre o débil."
Tampoco escapaba a las criticas Modest Mussorgsky, compositor que, como miembro del grupo de los cinco gozaba en teoria de cierta condescendencia intelectual. Mily Balakirev confió a Stasov que pensaba que Mussorgsky era "casi un idiota." Stasov respondió: "es un idiota total".




 
Ilya Repin retrato de Vladimir Stasov. 
                                                        
"Dios permita que nuestros invitados Eslavos nunca olviden el concierto de hoy, Dios permita que ellos preserven en sus memorias cuanto sentimiento, poesía, talento e inteligencia son poseídos por el pequeño pero ya Gran Puñado de Músicos Rusos".
Vladimir Stasov, Sankt-Peterburgskie Vedomosti

   Asi rezaba la critica dedicada por Vladimir Stasov en su artículo, “El Concierto Eslavo del Sr. Balákirev" Evento organizado en 1867 con motivo de la visita de las delegaciones eslavas en la “Exhibición Etnográfica de Rusia” en Moscú, donde se interpretaron obras de Mijaíl Glinka, Aleksandr Dargomyzhski , Mili Balákirev y Nikolái Rimski-Kórsakov.


Ilya Repin retrato del el compositor Mijaíl Glinka.

  En los círculos académicos del conservatorio los numerosos enemigos de Stasov apoyados por algunos medios de prensa utilizaron la expresión “El Gran Puñado” en tono despectivo. “Kuchka” (puñado en ruso) dio origen a los apelativos “kuchkismo” o “kuchkista” para definir a los afines al grupo.
  Con Balákirev a la cabeza y los compositores Cui, Músorgski, Rimski-Kórsakov y Borodín, todos ellos autodidactas y alejados de los círculos académicos del conservatorio de la Sociedad Musical Rusas, de compositores de élite como Pyotr Ilyich Tchaikovsky, terminarian por adoptar, a modo de desafio ante las criticas recibidas, el termino "Gran puñado" con el que se les conoceria en Rusia.
  En sus Memorias, Rimski-Kórsakov se refiere al grupo como “el círculo de Balákirev” y ocasionalmente “El Gran Puñado”.
  "Si no tomamos en cuenta a Lodyzhensky, que no logró nada y a Lyadov, que apareció después, el círculo de Balákirev consistía en Balákirev, Cui, Músorgski, Borodín y yo. Los Franceses nos denominaron “Les Cinq”.

Nikolay Rimsky-Korsakov, Chronicle of My Musical Life, 1909.


Ilya Repin retrato de el compositor Aleksandr Glazunov

  Cercano al círculo de compositores rusos de recuperación nacionalista y folclórica conocido como el Grupo de los Cinco. Aleksandr Glazunov es considerado el último exponente de la escuela nacional rusa de composición fundada por Mijaíl Glinka,  fué el creador de la llamada "música de programa".

Glazunov - Violin Concerto in A minor, Op. 82- 1 Moderato, Leila Josefowicz,


Mily Balakirev
  En 1856 Balákirev hizo su primera presentación pública como pianista, interpretando un concierto de su autoría. A principio de la década de 1860 Balákirev motivado por su pasión con el folclore ruso y la influencia de Glinka, empezó a trabajar junto con otros artistas, en la creación de un movimiento musical propiamente ruso, que se diferencie de los movimientos europeos occidentales, en 1861 empieza una gran labor pedagógica teniendo como alumnos a Rimsky-Korsakov, Mussorgsky y Borodin, en 1863 dirige la recién inaugurada Escuela Libre de Música en San Petersburgo y esto le permitió dar a conocer tanto sus obras como las de sus alumnos.
  Su trabajo se centra  principalmente en una colección de canciones folclóricas rusas. También compuso dos sinfonías, la primera Sinfonía 1 en Do mayor, terminada de componer en 1879 y la segunda Sinfonía 2 en Re menor compuesta en 1909. Pero sus obras más conocidas fueron los poemas sinfónicos, de las cuales podemos citar a Tamara, Rusia y En Bohemia. Cabe destacar la suite para orquesta Chopin - Suite, así como su fantasía para piano Islamey: fantasía oriental, siendo esta última una de sus obras más conocidas.


Ilya Repin retrato de Odoevsky Vladimir , Mily Balakirev y Mikhail Ivanovich Glinka.





 Modest Mussorgsky
  Músorgski trabajaba como empleado sin relevancia, su vida estuvo llena de estrecheces económicas, lo que tal vez incidió en su limitada formación musical. Su legado musical consta de una treintena de canciones, entre las que sobresalen La habitación de niños (conformada por siete obras que se consideran lo mejor de Mussorgsky, las cuales desde su estreno le aportaron popularidad a su autor); Cantos y danzas de la muerte; La canción de la pulga (con letra del gran dramaturgo alemán Wolfgang Goethe), ocho composiciones corales; la ópera Borís Godunov; el drama musical Jovánschina. El matrimonio, La feria de Soróchinsk, las composiciones orquestales Scherzo en si bemol, Intermezzo, Marcha a la turca, Una noche en el monte pelado.


Ilya Repin retrato del compositor Modest Petróvich Mussorgsky (1839-1881).
                                      


         


 Cesar Cui
 César Cui enseñaba fortificación en la Escuela de Ingenieros y Artilleros y fue autor de varios articulos sobre esa materia, en 1864 comenzó a escribir críticas musicales para los periódicos y se hizo conocido en los círculos musicales por su oposición a la música occidental, sobre todo la de Max Reger y la de Richard Strauss. Esto condujo a su asociación con el pequeño grupo de compositores rusos que intentaba crear un estilo musical verdaderamente ruso basado en las ideas nacionalistas de Mikhail Glinka.
  Escribió varias óperas, entre ellas El prisionero del Cáucaso (1857), El hijo del mandarín (1859) o La hija del capitán (1911), aunque la mayor parte de su producción consiste en canciones y pequeñas piezas para piano, también compuso música orquestal.


Ilya Repin retrato del compositor Tsézar Antónovich Kiuí (1835-1918).



                              

                                           
 Borodín
 Borodín era profesor de química en la Escuela de Medicina. En 1869 Balákirev le dirigió su primera sinfonía y en ese mismo año Borodín comenzó la composición de su segunda sinfonía. Aunque el estreno ruso de esta última fue un fracaso, Franz Liszt logró que fuera interpretada en Alemania en 1880, donde tuvo bastante éxito, dándole fama fuera de Rusia.
  Entre 1862 y 1867 compuso la obra que lo dio a conocer, la primera Sinfonía en mi bemol. En 1869 comenzó a trabajar en la ópera El príncipe Igor, sobre un libreto basado en la épica historia del ejército de Igor, pero pronto abandonó la ópera e incorporó varias de las secciones que había acabado en la Segunda sinfonía en si menor (1869-1876). Más tarde retomó la ópera pero quedó incompleta a su muerte, la acabaron y orquestaron los compositores Nikolái Rimski-Kórsakov y Aleksandr Glazunov. Otras obras importantes  son el cuadro musical En las estepas de Asia central (1880), dos cuartetos de cuerda (1874-1879; 1881), otras sinfonías y varias canciones. Murió repentinamente en una fiesta.


Ilya Repin retrato del compositor Aleksandr Porfírievich Borodín (1833-1887).


                                                           


  Rimski-Kórsakov

  Nació en Tijvin, Rusia, cerca de Nóvgorod, en una familia aristocrática y de marinos militares. Rimski-Kórsakov demostró su talento artístico desde una edad muy temprana, pero estudió en la Escuela Naval de Cadetes en San Petersburgo y posteriormente se alistó en la Marina.
  En 1861 conoció a Balákirev y comenzó a concentrarse más seriamente en la música. Balákirev lo animó para que compusiera y le enseñaba cuando aquél no estaba en altamar. A través de Balákirev, conoció otros compositores como César Cui, Borodín, Músorgski.
  En 1871, cuando aún era oficial de la marina, fue nombrado profesor en el Conservatorio de San Petersburgo, función que ejerció hasta su muerte. Los acontecimientos políticos de 1905 provocaron que fuese suspendido provisionalmente como profesor al haberse opuesto a las medidas disciplinarias tomadas contra los estudiantes del Conservatorio. Abandonó el servicio en la marina en 1873, siendo entonces designado inspector de las orquestas militares de la tropa, puesto que mantuvo hasta 1884. Se dedicó entonces plenamente a la música.
   Escribió, entre otras muchas piezas, tres Sinfonías (1865-1884); Sinfonietta sobre temas rusos (1884), Capricho español (1887) y Sheherezade (1888). Finalizó y reinstrumentó algunas obras de Mussorgski (La Khovantchina y Boris Gudonov, entre otras), de Borodin (El príncipe Igor), de Dargomijsky (El Convidado de piedra) y preparó numerosas partituras de Glinka para su edición. Entre sus óperas se encuentran títulos como Mlada (1889-1890); Noche de Navidad (1894-1895); Sadko (1895-1896) y Leyenda de la ciudad invisible de Kitej y de la virgen Fevronia (1903-1905).
 

Ilya Repin retrato del compositor Nikolái Rimski-Kórsakov (1857-1905).





A Elisa.